Hospitalidad que deja huella

La amabilidad del personal fue excepcional. Nos recibieron con una gran sonrisa y siempre estuvieron dispuestos a ayudar. El desayuno, aunque simple, era adecuado y la piscina era refrescante.

Sin embargo, el aire acondicionado en nuestra habitación era bastante ruidoso, lo que dificultaba un poco nuestro descanso. Además, las camas podrían ser incómodas para algunos.

El hospedaje tiene un ambiente tan acogedor que me sentí como en casa desde el primer momento. Las habitaciones, equipadas con aire acondicionado y un baño privado, eran más cómodas que un abrazo de abuela. La piscina era un auténtico paraíso, casi como un jacuzzi privado donde cada chapuzón se sentía como una bendición después de un día explorando la isla.

Aire acondicionado ruidoso

El personal es extremadamente amable, te hacen sentir como en casa desde el primer instante. Además, la piscina es un auténtico paraíso, casi siempre la tienes para ti solo.

Las normas sobre la comida en las habitaciones son bastante estrictas, lo que puede resultar incómodo durante la estancia.

- Trato excepcional
- Piscina casi privada
- Ubicación tranquila

- Aire acondicionado ruidoso
- Normas estrictas

Un lugar encantador y tranquilo

Pasamos unas vacaciones muy agradables en un hostal encantador que se encuentra en una urbanización muy tranquila cerca de Fornells. Las habitaciones estaban muy limpias y el desayuno era delicioso, con un café excepcional y opciones de leche vegetal. La piscina era un oasis perfecto para relajarse después de visitar las calas y el personal fue extremadamente amable, lo que hizo que la estancia fuera aún más especial. Sin embargo, notamos que hay algunas normas bastante estrictas respecto a la comida en las habitaciones, lo que puede ser un poco incómodo.

El hostal es acogedor, manejado por sus dueños, y el desayuno es delicioso. La piscina es preciosa y poco concurrida. Pasé un buen rato jugando al billar con mi hermana y disfrutando del ambiente tranquilo de la zona.

Mi mujer dice que sería genial tener una opción de actividades para los niños.

La piscina es un auténtico paraíso, casi siempre la tienes para ti solo. Me sentí como en casa.

Estuve muy bien, no tengo ninguna pega.

y aunque no tenga televisión, la tranquilidad es increíble. el desayuno era buenísimo, con frutas frescas y bollería. el personal siempre estaba disponible y muy amable. y la piscina estaba genial, casi la tenías para ti solo.

el desayuno incluyó frutas y bollería local muy sabrosa. las habitaciones no tienen televisión.

El hostal es bastante agradable y está ubicado en una zona tranquila, perfecta para descansar. La limpieza de las habitaciones es impecable y las camas son realmente cómodas. La atención de los propietarios fue excepcional, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudar. La piscina es grande y poco concurrida, ideal para relajarse. Lo que me pareció un poco incómodo es que son estrictos con las normas sobre la comida en la habitación, lo cual parece estar más enfocado en obligar a consumir en el restaurante. Además, el aire acondicionado en nuestra habitación era ruidoso, lo que dificultaba un poco el descanso. La falta de televisión tampoco fue un problema para mí, pero podría serlo para otros. Aunque el desayuno era sabroso, creo que podría mejorarse en variedad. Sin duda, el trato amable del personal y la tranquilidad del lugar son un gran plus.

El lugar es encantador, con una piscina relajante y muchas actividades divertidas, como ping-pong. Aprecié que tuvieran leche vegetal para mi café, un detalle que siempre se agradece.

Lo malo fue que no había cócteles en el bar, ¡qué tragedia!

Los huevos Benedict fueron una maravilla, realmente una joya en el desayuno. Además, el trato de los dueños es de otro mundo. te reciben con los brazos abiertos y te hacen sentir como en casa desde el primer instante. La piscina es perfecta para relajarse después de un día explorando, casi siempre la tienes para ti solo.

Aunque sería ideal tener un desayuno más variado, no se puede quejar uno demasiado. La falta de frescos como tomates o pepinos me hizo añorar un desayuno más estilo húngaro, pero encontré suficiente para comer, así que ¡todo sigue brillando!

La habitación era cómoda, pero el aire acondicionado era ruidoso.

El trato cercano del personal fue inolvidable.